La salud mental en los medios: entre el estigma y la transformación

La cobertura periodística de la salud mental ha evolucionado desde enfoques sensacionalistas hacia narrativas más responsables, reflejando una mayor comprensión de su complejidad y la necesidad de tratarla con el respeto que merece. A pesar de este avance, aún persisten estigmas que afectan cómo se percibe a las personas con trastornos mentales en la sociedad. En este artículo, exploraremos las recomendaciones para un tratamiento mediático adecuado de la salud mental, incluyendo el uso de lenguaje apropiado, imágenes, y un enfoque positivo.

Lenguaje apropiado

Un componente crítico de la cobertura sobre salud mental es el lenguaje utilizado. Es esencial evitar términos despectivos que perpetúen estereotipos negativos. En lugar de describir a alguien con un trastorno mental como “loco” o “peligroso”, se deben utilizar términos más humanos y precisos. Por ejemplo:

• Evitar: “sufre de locura”
• Usar: “es una persona que vive con un trastorno mental”

Uso de imágenes

Las imágenes también juegan un papel vital en la representación de la salud mental en los medios. La utilización de fotos estereotipadas que muestran a personas con trastornos mentales de manera negativa puede contribuir al estigma. En su lugar, se deberían elegir imágenes que reflejen la diversidad y la humanidad de las personas con estas condiciones.

Enfoque positivo

Adoptar un enfoque de fortaleza y recuperación es fundamental. Muchos medios de comunicación, como La Gaceta de Tucumán, están comenzando a compartir historias de recuperación, subrayando que la salud mental es un aspecto de la salud total, y no una debilidad.

Recomendaciones prácticas

Es vital que los periodistas se adhieran a estas pautas para asegurar que sus informes no solo informen, sino que también eduquen y empoderen a la audiencia. La transformación en el periodismo de salud mental no es solo necesaria; es imperativa para construir una sociedad más comprensiva y libre de estigmas.