Síntomas de la Tos Ferina
Los síntomas de la tos ferina pueden variar según la edad del paciente, pero generalmente se pueden dividir en tres fases:
1. Periodo de Incubación
Este período dura entre 1 a 2 semanas y es asintomático. Durante este tiempo, la persona infectada no muestra síntomas, pero ya puede estar transmitiendo la enfermedad.
2. Periodo Catarral o de Inicio
Este período dura aproximadamente 2 semanas y se caracteriza por síntomas catarrales inespecíficos como:
- Rinitis (congestión nasal)
- Estornudos
- Fiebre leve
- Lagrimeo
- Tos leve y seca
Estos síntomas pueden ser similares a los de un resfriado común y pueden ser más intensos durante la noche.
3. Periodo de Estado, Convulsivo o Asfíctico
Este período dura entre 4 a 6 semanas y es el más grave. La tos se vuelve paroxística o convulsiva, caracterizada por accesos de tos intensos y prolongados que pueden dificultar la respiración. Los episodios de tos pueden incluir:
- Tos en accesos: La persona puede sentir que va a tener un acceso de tos y realizar una inspiración profunda antes de comenzar a toser.
- Respiración dificultosa: La tos puede hacer que la persona estire la cara y el pecho hacia delante, saca la lengua, y se vaya poniendo colorado o cianótico.
- Vómitos: Los accesos de tos pueden provocar vómitos.
- Sonido silbante: Al terminar la crisis, puede aparecer un sonido silbante (gallo) al pasar el aire por una faringe muy estrecha.
Síntomas en Bebés
En los bebés, especialmente aquellos menores de 6 meses, los síntomas pueden ser más graves y pueden incluir:
- Respiración lenta o interrumpida
- Episodios de asfixia
- Dificultad para alimentarse
- Convulsiones
- Daño cerebral
Estos síntomas pueden poner en riesgo la vida del bebé.
Causas de la Tos Ferina
La tos ferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis. Cuando una persona infectada tose o estornuda, las gotas que contienen la bacteria se esparcen en el aire y pueden ser inhaladas por otras personas, causando la infección.
Factores de Riesgo
Los siguientes son factores de riesgo para desarrollar tos ferina:
- Vacuna perdida: La vacuna contra la tos ferina que se recibe en la niñez pierde su efecto a la larga, lo que deja a los adolescentes y adultos expuestos a la infección durante un brote.
- Bebés no vacunados: Los bebés menores de 12 meses de edad que no están vacunados o que no recibieron todas las vacunas recomendadas tienen el mayor riesgo de complicaciones graves y muerte.
Complicaciones
Las complicaciones de la tos ferina pueden ser graves, especialmente en los bebés. Estas pueden incluir:
- Neumonía
- Respiración lenta o interrumpida
- Deshidratación o adelgazamiento debido a las dificultades de alimentación
- Convulsiones
- Daño cerebral
En los adolescentes y adultos, las complicaciones suelen ser efectos secundarios de la tos agotadora, como costillas fisuradas o fracturadas, hernias abdominales, y vasos sanguíneos rotos en la piel o en la parte blanca de los ojos.
Prevención
La tos ferina se puede prevenir mediante la vacunación. La vacuna pentavalente acelular protege contra difteria, tétanos, tos ferina, poliomelitis e influenza tipo B. Se administran 4 dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses. La vacuna DPT se aplica como refuerzo a los 4 años protegiendo contra difteria, tétanos y tos ferina.
Conclusión
La tos ferina es una enfermedad grave que puede afectar a personas de cualquier edad. Es importante reconocer los síntomas tempranos y buscar atención médica si se presentan accesos de tos prolongados que causan vómitos, coloración roja o azul, dificultad para respirar o pausas notables en la respiración. La vacunación es clave para prevenir esta enfermedad y proteger a los bebés y a los adultos de complicaciones graves.
📚 Leer más sobre la tos ferina en Mayo Clinic: Tos ferina – Síntomas y causas
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